Pero es que además, cuando he llegado a trabajar hoy después de un día festivo, me entero de que la mama de mi jefa (que aún no ha cumplido 35) ha fallecido por un cáncer. Lo siento, no pretendía escribir mi segunda entrada con cosas tan tristes, pero es que ha sido un día complicado.
Después de este tipo de noticias, de ver la realidad de una enfermedad que está tan cercana a nosotros, me doy cuenta de la cantidad de cosas que nos estamos perdiendo, y de la cantidad de sandeces que nos molestan sin sentido. Nos preocupamos por tantas cosas que no merecen la pena, que lo mas obvio para hacernos felices no lo vemos. Somos ciegos ante la felicidad. Que pena.
Yo me enfado porque mi
Así que estoy decidida a hacer un cambio en mi actitud, a ver las cosas buenas que me rodean, a disfrutar de una carcajada, a compartir mi buen humor con mi costillo y mi niño , a admirar hasta el cambio de colores de las hojas.....
Vaya tema... mi vida cambió el día 8 de septiembre del año pasado cuando diagnosticaron a mi hijo de apenas 16 meses de cáncer en el sistema nervioso.
ResponderEliminarNo quiero pecar de nada... pero sí, 40 años es joven, tiene planes, tiene un futuro a la vista... yo ese día miré a mi hijo que jugaba con un trenecito en el suelo, pensando como con 16 meses se puede acabar una vida si aún no empieza.
Él fue ajeno a todo, seguía jugando con su trenecito.
Podemos decir que a partir de tal o cual día vamos a cambiar de vida, pero creo que yo cambié sólo en cierta forma, porque sigo viendo que a mi suegra no le importa ni mi hijo, ni mi hija, ni yo, ni nadie que no sea su hija... así que lo que hago es no llevarme mal rato, pero a pesar de que juré que estas cosas ya no me iban a doler, siguen doliéndome.
Es cierto que la vida es un momento, un instante, que hay que saber apreciarlo y disfrutarlo... yo es lo que intento, intento hacerles ver a mis hijos lo maravilloso de la vida... pero también sé que hay cosas que no podré cambiar, que no podré detener... no pude evitar el cáncer en mi pequeño, no puedo evitar que mi suegra sea odiosa... y aunque sí puedo ver lo maravilloso que me ofrece la vida... no puedo ignorar del todo lo que hace que un momento único y mágico, se empañe y se emborrone.
Dentro de todo, ha sido una entrada algo triste, pero siempre debemos tener un cable a tierra que nos recuerde, que la vida es más que unas mechas bien hechas o un aparcamiento al lado de casa, jajaja!.
Gracias... Besos.
Tu vida dió un vuelco, y no me imagino todo lo que debisteis pasar, sentir y padecer. Es cierto que no es lo mismo esta enfermedad en un niño que en un adulto que ha "recorrido" mucho mas, y viendo a mi hijo, te entiendo.
ResponderEliminarCreo que ninguna de las dos va a cambiar a sus suegras, pero si podemos intentar modificar nuestra actitud al respecto, que solo le importa su hija y le dan igual sus nietos, pues ala, ella se lo pierde, que tiene comentarios fuera de lugar, con no escucharla solucionado, que decide dar lecciones de maternidad, si, muy bien y para ti la "perra gorda" como decía mi madre jejej
No se si conseguiré cambiar mi perspectiva respecto a muchas cosas, pero al menos la intención está ahi, y es un gran paso.
Un abrazo, y buenos días!!!
Jajaja! es que justo el tema de la suegra me toca la fibra... y más cuando para un día que les digo a ella y mi cuñada que se queden con los niños y cuando vuelven me encuentro la ropa manchada de arriba a abajo de rotulador, cuando los regalos que les hacen (cumpleaños y navidad) son témperas o acuarelas... y que nunca jamás se ofrezcan para quedarse con los niños... o millones de cosas, que dan para más de un café, porque estas son las cosas "tontas", pero ayer fue uno de esos días en los que me pasé la tarde sacando manchas de la ropa de los niños gracias a mi suegra... jajaja!.
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